(Versión editada, 10 de abril de 2024)

Parece que la Consejería de Educación se supera y empeora la supuesta oferta de noviembre, de 19 lectivas el curso que viene y 18 el siguiente para el profesorado de Secundaria, y plantea por escrito (esta vez sí) una reducción a 19 lectivas en Secundaria para el curso 2026/27 para aquellos profesores que no sean tutores. Peor incluso para Infantil y Primaria, que siguen “sin existir”.

El Consejero se refiere a los “grandes esfuerzos” de su departamento a lo largo de los últimos años: un incremento del número de docentes no acorde al incremento del alumnado y por tanto insuficiente para superar la precariedad de las plantillas, convocatorias de oposiciones (como en todos los territorios… como si esto implicara un incremento de plantillas), acuerdos a coste cero como el de teletrabajo o a bajo coste como el de tutorías, o subida de determinados complementos de productividad que no afectan a todo el profesorado y sólo contribuyen a dividirlo, mientras el conjunto del profesorado sigue lejos de recuperar su poder adquisitivo y las retribuciones en Madrid no aguantan la comparación con las de los docentes del resto del Estado. Y no les da vergüenza.

Parece ser que anda penando el Consejero porque no hay dinero, o eso dice que le dice la Consejería de Hacienda. Mentira. No hay dinero “para esto”. Nunca hay dinero para esto en la única Comunidad Autónoma donde se retiraron los Refuerzos Covid pasado el primer trimestre, mientras se pagaba el triple de lo presupuestado (al menos 100 millones de sobrecoste) a la mafia del ladrillo por un “hospital de pandemias” inútil que ahora absorberá 50 millones más para satisfacer la última ocurrencia de Ayuso. No hay dinero para esto en la Comunidad Autónoma que dedica cada vez más porcentaje del presupuesto educativo a subvencionar a la privada y becar a quien no necesita becas, y ahora pugna por albergar un premio de Fórmula 1 cuyo coste multimillonario pagaremos entre todos para que se beneficien unos pocos vividores.

Tampoco había dinero, decía el predecesor del Señor Viciana en el verano de 2020, para contratar ni un docente más en el primer curso post-confinamiento… y al final lo hubo: no para empezar el curso 2020/21 como hubiéramos querido pero sí con unos cuantos miles de docentes más que hasta bien avanzado agosto se nos negaban. El mandato de la asamblea de STEM de convocar huelga en septiembre de 2020 buscando la máxima unidad sindical se plasmó, tras varias asambleas de profesorado a lo largo del verano, en una huelga convocada por cuatro sindicatos que consiguió arrancar mejoras sustanciales, a pesar de la imposición de unos servicios mínimos sin precedentes.

La lección sigue siendo la misma: la lucha sirve, y cuanto más amplia sea la unidad para luchar, mejores serán los resultados. Esa es la filosofía que guió a STEM, CGT y CNT en nuestro apoyo al proceso asambleario que desembocó en la mayor movilización en la educación pública madrileña de la última década: la huelga del pasado mes de febrero, fruto de un proceso de participación y reivindicación del profesorado que nunca ha excluido a nadie (quien no ha estado es porque no ha querido) y que sigue creciendo.

Ahora las organizaciones de la Mesa Sectorial anuncian dos jornadas de huelga en mayo, y parecen contentarse con una unidad sindical limitada a cuatro o en todo caso dictada “desde arriba”. STEM no ha sido llamado a participar ni ha sido previamente informado, por lo que nos quedará la opción de apoyar o no en función de lo que decida nuestra Asamblea de afiliadas y afiliados. No obstante, celebramos que estas organizaciones parezcan asumir lo que otros teníamos claro desde el principio: que fue un error presentarse a una negociación sin la exigencia de la reversión de los recortes y llegar a tener en consideración (e incluso someter a consulta) las migajas que ofrecía la Consejería. Ahora parecen asumir a pies juntillas la tabla reivindicativa de la huelga de febrero, incluidas organizaciones que hacía más de una década que no secundaban una sola convocatoria de huelga unitaria en el ámbito educativo… vamos avanzando. Tenemos claro que, por mucho que se nos excluya, no se habría llegado a esta convocatoria sin el trabajo de asambleas y organizaciones que como STEM hemos marcado el camino, y sin cuya lucha no se habría pasado de un “apaño” de mínimos que ni siquiera habría sido digno de recibir la calificación de “acuerdo”.

Ocurra lo que ocurra a partir de ahora, y apoyemos o no esta convocatoria de huelga, respetamos escrupulosamente el ejercicio de este derecho. STEM no fomenta el esquirolaje, y por tanto hay cosas que nosotros nunca haremos. No reproduciremos actuaciones que si no se alentaron sí se consintieron desde otras organizaciones durante las jornadas de huelga de febrero y las semanas previas: ni llamaremos a la desmovilización del profesorado por ningún medio, ni ejerceremos ningún tipo de boicot. Con esto descartamos, por ejemplo, la convocatoria de asambleas informativas en centros durante los días de huelga.

Si finalmente nuestra asamblea decide apoyar esta convocatoria, no necesitaremos que nos inviten para asumirla como propia: la haremos nuestra. En ese caso, participaremos en los términos y de la forma en que decida nuestra asamblea, intentando mantener la unidad con las organizaciones del sindicalismo alternativo y las asambleas de docentes y buscando sumar para conseguir los objetivos, en beneficio del profesorado y de la Escuela Pública.

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