La nueva operación militar es la mayor registrada en la ciudad ocupada de Yenín en los últimos 20 años y deja 12 muertos, cientos de heridos, arrestos masivos, se han atacado instalaciones de agua, electricidad y salud y el 80% de los hogares han sufrido daños.

La invasión militar en el campo de personas refugiadas de Yenín, en la Cisjordania ocupada, iniciada el pasado 3 de julio es una muestra más de las continuas agresiones de la ocupación israelí sobre el pueblo palestino. En esta ocasión las fuerzas sionistas han atacado este campamento, creado a raíz de la expulsión de más de 700.000 palestinos y palestinas en lo que se conoce como la ‘Nakba’ o catástrofe hace más de 75 años.

Miles de soldados movilizados, drones armados, excavadoras blindadas que han cavado zanjas en las calles de Yenín, y equipo militar aéreo puestos al servicio de los intereses colonialistas y con el claro objetivo de atacar la creciente resistencia palestina contra la ocupación sionista. En este ambiente de radicalización de las posiciones sionistas del régimen israelí que apelan a recrudecer la violencia de actual estado de apartheid que sufre la población palestina, el régimen israelí castiga en Yenín cualquier intento de resistencia a la ocupación y al sometimiento. Por contra, el pueblo palestino ha contestado tomando las calles de las ciudades de toda Cisjordania, la Franja de Gaza y los Territorios Palestinos Ocupados.

Solo en lo que va de año, las fuerzas de ocupación sionistas han matado a más de 170 personas, incluyendo cerca de 30 niños y niñas, y se han registrado más de 570 ataques contra pueblos y aldeas palestinas según fuentes de las Naciones Unidas. Las agresiones del régimen israelí, el apoyo expreso de países como Estados Unidos -que aporta más de 4.000 millones de dólares anuales en ayuda militar- y el silencio y la complicidad de buena parte de la comunidad internacional son, sin lugar a duda, una amenaza grave para la paz en Oriente Medio y obstaculizan enormemente la posibilidad de avanzar hacia la descolonización de Palestina y el fin de la violencia y la opresión.

Por todo ello, desde la Confederación Intersindical mostramos nuestro apoyo y solidaridad con el pueblo palestino, condenamos de manera enérgica la nueva operación militar de la ocupación sionista en Yenín y exigimos al Estado Español que condenen este ataque y tome medidas contundentes contra el régimen israelí.

Área Internacional de la Confederación Intersindical

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