La situación que vivimos a raíz del temporal de nieve que ha afectado a nuestra región nos ha dejado nuevos ejemplos de la ineficiencia de nuestra Consejería de Educación, con todo un rosario de tweets, notas de prensa e instrucciones tardías, insuficientes y a veces contradictorias. Esto se ha plasmado en los dos anuncios sucesivos de retraso de las clases presenciales (primero para el día 13 y luego para el 18), en lo referente a las clases online y también en lo que se refiere a la evaluación del estado de los centros educativos tras el temporal.
PROBLEMAS EN LA DOCENCIA ONLINE
Durante el confinamiento de marzo, los centros educativos recurrieron a diversas plataformas por las fallos que daba EducaMadrid, pero el pasado 25 de septiembre el Gobierno regional estableció una serie de restricciones que dificultaban la utilización de herramientas distintas de EducaMadrid o Microsoft Teams. Sin embargo, la Comunidad de Madrid no ha garantizado que la plataforma pública pueda funcionar correctamente y estos días están surgiendo multitud de problemas.
Este lunes EducaMadrid estuvo caída prácticamente toda la jornada. Este martes también ha habido fallos. Ha habido problemas hasta para acceder al correo electrónico.
Desde la Dirección General de Infraestructuras Educativas se dijo este lunes en una entrevista con ABC:
– que era absolutamente falso que se hubiera caído el aula virtual.
– que EducaMadrid funcionaba con normalidad, salvo algunos problemas puntuales a primera hora de la mañana.
Sin embargo, por muy diversos medios se han comunicado multitud de incidencias por parte de docentes, que coinciden entre otras cosas en que:
– solo es posible colgar contenidos a horas intempestivas como las 6 ó 7 de la mañana.
– la plataforma se cae y solo funciona a ratos.
– el correo funciona “cuando quiere”.
– no se puede ni emitir un vídeo en directo para dar una clase
– el alumnado a menudo no puede conectarse.
Desde algunos centros se ha comunicado a las familias la imposibilidad de impartir clases online por “saturación de los servidores y el correo electrónico de EducaMadrid”. En otros casos, los profesores recurren a otras estrategias como por ejemplo grabar las clases en vídeo, subirlo a otros medios y pasar el enlace a los alumnos, asumiendo el riesgo de incumplir las instrucciones de la Consejería de Educación como única forma de sacar adelante la enseñanza online.
El Consejero de Educación y Juventud, Enrique Ossorio, se limitó a decir este martes en rueda de prensa que la educación a distancia había arrancado, ya que se habían conectado a EducaMadrid hasta 141.312 alumnos y 16.000 docentes. Serían en torno al 20% de alumnos y 25% de docentes.
A todo esto hay que añadir la confusión generada por la contradicción entre la instrucción emitida a media mañana del sábado día 9 en la que se anunciaba el retraso de la incorporación presencial hasta el miércoles 13 y se pedía a los centros que procuraran que la actividad educativa fuera telemática el lunes y el martes, y el tweet de la Presidenta Ayuso (y posterior nota de prensa) de la tarde del lunes 11 en la que se anunciaba el retraso de la actividad presencial hasta el lunes 18 y se establecía que las clases serían telemáticas desde el miércoles 13, y que el martes 12 habría educación a distancia “donde fuera posible”. Para más inri, la Consejería no se molestó en transmitir estas últimas instrucciones oficialmente, sino que casi a las diez y media de la noche envió a los centros un correo con un enlace a la nota de prensa que había emitido horas antes, en un claro ejemplo de la negligencia y la desconsideración a la que este gobierno nos tiene acostumbrados.
No decimos que sea fácil afrontar desde las Administraciones una situación de estas características, pero lo que sí es cierto es que en estas situaciones las carencias quedan más patentes.
En la Comunidad de Madrid necesitamos que se invierta lo que sea necesario (y que se invierta bien) para que EducaMadrid funcione de manera correcta y sin colapsarse, tanto en situaciones ordinarias como en situaciones excepcionales, de modo que podamos evitar el uso de herramientas de empresas privadas.
Necesitamos una única plataforma pública. EducaMadrid asegura la privacidad de los datos del alumnado cumpliendo así con la legislación. Además, esto evitaría que las familias tengan que utilizar diferentes recursos o ver comprometidos los datos de sus hijas e hijos.
Pero casi cuatro meses de confinamiento y unas vacaciones no han sido suficientes para que en “el motor económico de España” tengamos una plataforma pública en condiciones.
EVALUACIÓN DE RIESGOS Y REAPERTURA DE LOS CENTROS
El lunes 11 a mediodía la Comunidad de Madrid emitía unas instrucciones para los centros en las que consideraba que la situación no era a priori preocupante “en relación con la utilización de los edificios educativos”, a la vez que daba una serie de instrucciones para que desde los propios centros se comunicaran las incidencias detectadas, sin tener en cuenta que los centros no cuentan con personal cualificado para valorar los posibles daños estructurales en los edificios.
Posteriormente supimos que la Comunidad de Madrid llegó a un acuerdo con el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid para realizar estos informes técnicos a petición de los centros educativos: 300 euros más IVA que deberán pagar los propios centros que lo soliciten.
El mismo día 11 a las 15:42 la Comunidad de Madrid escribía a los Ayuntamientos pidiendo que realizaran las correspondientes inspecciones técnicas para determinar la viabilidad de la apertura de los centros el próximo lunes 18. Son los Ayuntamientos los encargados de realizar esas inspecciones, con lo cual la instrucción enviada a los equipos directivos de los centros no nos parece pertinente en un momento en el que solo con las gestiones para un correcto funcionamiento de la enseñanza online tienen ya bastante trabajo (y esa no es la única labor a la que tienen que hacer frente).
En todo caso, el martes, la Comunidad de Madrid había registrado ya 232 incidencias y desperfectos en centros educativos, y preveía que esta cifra aumentara en los próximos días. Aparte, se registraron otras 194 incidencias más leves (daños en marquesinas y cubiertas, y grietas que no afectan a la apertura de los centros, problemas de calefacción, electricidad y fontanería, goteras e incidencias en los accesos y en el arbolado).
La información que nos llega desde algunos ayuntamientos es que los técnicos están visitando los centros, pero que hay aún mucho trabajo por delante, por lo cual entendemos que en muchos centros no va a ser posible el comienzo de la actividad presencial el próximo lunes.
Somos firmes defensores de la enseñanza presencial. La enseñanza online debe estar limitada y justificada en situaciones normales, pero en situaciones excepcionales como esta, es preferible recurrir a esta modalidad (a pesar de las graves carencias que presenta en nuestra región) a poner en riesgo la integridad física tanto de trabajadores y trabajadoras como del alumnado.
Pero este no es el único motivo que desaconseja una incorporación generalizada a los centros el próximo lunes. Después de la laxitud con la que las autoridades sanitarias madrileñas han afrontado el periodo navideño, estamos en una situación epidemiológica muy grave, posiblemente más de lo que creemos debido a que el temporal habrá dificultado el seguimiento de la evolución de los contagios. En estas circunstancias, no forzar una incorporación generalizada a los centros el próximo lunes parece lo más aconsejable.
Pensamos que en estas circunstancias, más que indicar una fecha concreta para la apertura de todos los centros, se debería anunciar una apertura progresiva a lo largo de la próxima semana y principios de la siguiente en base a los siguientes criterios:
– Viabilidad del acceso por carretera, limpieza de los parkings de los centros y funcionamiento del transporte público: De ese modo, no nos encontraremos con retrasos o absentismo del profesorado ni contribuiremos a sobrecargar los transportes colectivos en una situación epidemiológica complicada.
– Limpieza y disponibiliad de todos los accesos establecidos durante el primer trimestre en los protocolos COVID de los centros. Apertura de vías de evacuación suficientes y suficientemente amplias y seguras para una salida rápida en caso de emergencia.
– Acreditación por parte de los servicios técnicos competentes de la ausencia de riesgo en los accesos a los pabellones por posibles desprendimientos de tejas o placas de hielo, y en su caso, perimetraje de las zonas de riesgo.
– Disponibilidad de un área suficientemente amplia y segura en los patios de recreo para que el alumnado pueda salir, de modo que se evite que pase toda la jornada escolar en el aula, para disminuir el riesgo de contagios y ventilar a fondo las aulas durante ese periodo.
– Correcto funcionamiento de las instalaciones de los centros, con especial atención a grifos, cisternas, sistemas de calefacción, etc.
En la medida en que estos criterios se cumplan, se puede ir autorizando y comunicando a docentes y familias de cada centro la fecha concreta de apertura. Además, no estaría de más que la Consejería se diera algo más de tiempo para que suban un poco las temperaturas y a la vuelta a los centros no haya que compaginar ventilación permanente con temperaturas extremas. En todo caso, es invierno y habrá días fríos, así que no estaría de más que la Consejería fuera adaptando sus protocolos para hacer compatible seguridad y bienestar en las aulas. No decimos que sea fácil, pero gobernar también es (o debería ser) solucionar problemas.