“Se ha anunciado el concurso de traslados; hubiera podido pedir, con esperanzas de obtener “algo bueno”; este pueblo no tiene agua, ni tiene luz, ni tiene caminos; para ir a Briviesca apenas si se inicia una carretera, y, sin embargo, no he pedido, no pido; aquí me quedo. Veo claro, claro, cómo me voy haciendo luz en los cerebros de cada uno de estos chiquillos y chiquillas, y me hago luz también en el pueblo, y abrazo la esperanza de que un día, por obra de un Maestro de Escuela, platee y reluzca como un ascua, capaz de iluminar… qué sé yo, a medio mundo, al mundo entero”
