En el Pleno de los STEs del pasado 24 de noviembre, se aprobaba la propuesta de Resolución presentada por STEM contra la cumbre de la OTAN que se celebra en próximas fechas en Madrid. Desde entonces, han cambiado cosas (para peor):

  • La escalada militar en el Este de Europa ha derivado en enfrentamiento abierto contra la Federación Rusa, en forma de una guerra de desgaste en que la OTAN pone el material y el pueblo ucraniano (el que sigue a Zelenski, pero también el del Donbass) y el ruso ponen la sangre. La amenaza de que se llegue a emplear armamento de destrucción masiva se ha hecho más patente que nunca.
  • La guerra económica contra Rusia amenaza con colapsar la economía de la Unión Europea e, incluso, la economía mundial.
  • El gasto de armamento del Reino de España se ha disparado. Actualmente, alcanza el 1,01 % del PIB y el gobierno se ha comprometido ante la OTAN a duplicarlo, en el curso de la década, hasta alcanzar el 2 %. Eso se traduce en que se emplearán anualmente 24.000.000.000 € en gasto militar, ello  en medio de una profunda crisis social y económica.

Todo elllo nos refuerza la convicción de que el alineamiento con este bloque militar no es, ni mucho menos, el camino.

Este es el texto de la Resolución presentada por STEM y aprobada por mayoría en el Pleno de la Confederación de STEs el 24/11/2021

Los próximos 29 y 30 de junio, está previsto que Madrid acoja la cumbre de la OTAN. El Presidente del Gobierno afirmó que “Para España es fundamental fortalecer las relaciones entre la OTAN y la Unión Europea para reforzar la responsabilidad de la Alianza en el ámbito de la seguridad humana, abarcando aspectos como la lucha contra el cambio climático y asuntos relacionados con mujer, paz y agenda de seguridad, que serán cruciales para la seguridad y la estabilidad en las próximas décadas”.

Por mucho esfuerzo que se haga para maquillarla, nada de lo que afirma es cierto. La OTAN no es una organización de paz, sino una de las alianzas militares surgidas bajo el auspicio de los EE.UU. durante la Guerra Fría. Su último propósito, como muy bien afirmaba el profesor Josep Fontana, es asegurar el triunfo mundial del sistema capitalista bajo una hegemonía política y económica norteamericana.

En los tiempos de Guerra Fría, la OTAN mantuvo en pie el dominio norteamericano sobre buena parte del planeta a costa de someternos a una angustiosa disuasión nuclear, fomentar intervenciones y golpes de estado reaccionarios en multitud de países e, incluso, a través de la red ilegal Gladio, practicar el terrorismo más indiscriminado contra la población de distintos países europeos. Esta implicación ha sido investigada por la justicia italiana y reconocida formalmente por el Parlamento Europeo, atribuyéndose a esta red la responsabilidad de las masacres de Piazza Fontana, Peteano o el atentado de la Estación de Bolonia en Italia; el golpe fallido del príncipe Boghese (1970) y el golpe triunfante de los Coroneles en Grecia (1967); la Masacre de la Plaza Taksim en Estambul y el golpe de los militares turcos en 1980. Asimismo, agentes de Gladio participaron en atentados terroristas de la ultraderecha española, belga, francesa o alemana.

Tras la disolución del Pacto de Varsovia, la OTAN ha atacado la antigua Yugoslavia o Libia, siempre bajo el argumento de la defensa de los derechos humanos. El resultado ha sido la creación de protectorados de la Alianza, donde se llevan a cabo actividades que no parecen encajar demasiado con el perfil filantrópico y humanista del que hablaba el presidente del gobierno. En Kosovo, surgieron las granjas humanas, donde prisioneros serbios eran engordados para traficar con sus órganos. En Libia, antes el país más próspero de África, ahora florecen los mercados de esclavos bajo el poder de señores de la guerra.

En la actualidad, la OTAN está tensando la situación en las fronteras con la Federación Rusa e, incluso, impulsando una nueva Guerra Fría frente a China, cuyas primeras escaramuzas se están dando ya en el ciberespacio.

En el último informe anual de la Organización, presentado en marzo de este año, se jactaban de que el gasto militar viene incrementándose durante los últimos 6 años, a despecho de la recesión económica, la caída del PIB, la pandemia y las distintas demandas de gasto social. Los países integrantes de la alianza se han comprometido a destinar, al menos, un 2 % de su PIB para gasto armamentístico en 2024. Como botón de muestra, el Reino de España ha apalabrado el desembolso de casi 4.000 millones de Euros para adquirir 50 cazas F-35A, gasto que se prioriza sobre reanimar la hucha de las pensiones o la financiación del sistema sanitario o educativo.

Consideramos que la bandera de un gobierno que se proclama progresista debería ser la de el no alineamiento, el desarme, la solidaridad con los pueblos contra el imperialismo y la resolución de conflictos como el del Sahara Occidental o Palestina, que siguen abiertos, en gran medida, por la posición de los EE.UU.

Como organización que agrupa a trabajadores y trabajadoras de la enseñanza, que buscan edificar un mundo más justo a través del aprendizaje de saberes y valores, nuestra única respuesta sólo puede ser OTAN NO, BASES FUERA.

otan

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